La determinación para acometer la empresa de
construir el futuro sustentable en la formación de los profesionales de la educación, precisa de un conjunto de valores institucionales
acordes con una filosofía próxima al ideal que se desea alcanzar, congruente con los fines y las necesidades a satisfacer.
La educación es anhelo porque siempre existe un nuevo ideal por alcanzar en la superación permanente del hombre por su mayor
humanización.
En este marco, se asume el compromiso del desarrollo
y fortalecimiento en y con los siguientes valores:
Identidad nacional
En esta época de transformación de las sociedades mediante procesos globalizados, los profesionales
de la educación debemos tener presente nuestra enorme riqueza cultural y pasado histórico que nos dan pertenencia como nación.
Actitud de servicio
La esencia del profesional de la educación se constituye por la actitud de servicio que reclama
la formación docente en cada uno de los miembros de la comunidad normalista, para convertirse en actor social de la vida pública
con el firme compromiso para devolver a la sociedad su mejor esfuerzo por mejorarla.
Integridad
La probidad ante las acciones que demandan del sentido cívico, ético y de rectitud de la comunidad
normalista frente al conocimiento científico como ante la diversidad social y el devenir histórico de la patria.
Compromiso
La expresión de la actitud de servicio se manifiesta en el empeño social que asume la institución
conjuntamente con sus maestros y egresados orientados por el espíritu de servicio a la sociedad y a la nación.
Disciplina
La observancia de las normas u ordenamientos propios de la vida profesional que reclama de mejores
maestros, capaces de expresar en el arte de la docencia su formación teórica y práctica enmarcada en los valores que la sociedad
demanda.
Liderazgo
La conquista de la dirigencia como institución formadora de profesionales de la educación representa
un baluarte ante la sociedad que se transmite por todos y cada uno de los formadores de profesionales de la educación.